Nuestra conciencia superior se
comunica con nosotros a través de sueños, corazonadas, señales de la naturaleza
o de las personas que nos rodean, …, pero nuestro ego, en funcionamiento
continuo y automático, no siempre es capaz de desentrañar su significado de un
modo objetivo. Por eso es importante buscar un buen método que nos ayude a
interpretar estos signos.
El I Ching, de origen oriental, es
un excelente medio para traer a nuestra realidad consciente los mensajes que
nos envía nuestro guía interno. Cuando necesitamos dar un paso importante en la
vida podemos realizar consultas a través del I Ching para encontrar el mejor
camino a seguir o la medida más justa y acertada en esa situación concreta, pero
también es muy útil para aclarar las dudas que nos surgen ante decisiones que
tenemos que tomar en nuestro día a día.
En ocasiones, el I Ching nos proporciona
una respuesta a nuestra pregunta que nos revela que el problema planteado lo
está provocando nuestra propia actitud y nos aconseja el cambio necesario para
que las cosas tomen otro rumbo más conveniente para nosotros. Otras veces, por
el contrario, puede indicar que es necesario aceptar las circunstancias y que
no está en nuestra mano cambiarlas. Por tanto es importante saber conectarse con
la sabiduría interior pero también es beneficioso aprender a fluir ágilmente con
los acontecimientos. A veces las circunstancias no son como quisiéramos pero nos conviene reconocer y asumir que no tenemos el control.
La línea del I Ching JĪNG FÁNG Ì,
no solo aporta luz en la búsqueda de soluciones concretas para los problemas de
la vida cotidiana, sino que también es un excelente método para ayudar a
profundizar en el conocimiento de uno mismo. Cuando una persona quiere hacer
una consulta al I Ching, previamente debe tener en cuenta la información
que proporciona su Hexagrama Natal (construido a partir de la fecha de
nacimiento) sobre las tendencias que le impulsan a lo largo de su vida. Siempre
debe utilizar el I Ching desde “el corazón”, alejándose de intereses egoístas, sin
perseguir objetivos que estén fuera de su camino, sin pretender conseguir
ventajas sobre otros. Además, si su Hexagrama Natal marca que el actual es un
periodo dificultoso de su vida, quizás lo aconsejable para ella sea esperar un
determinado tiempo para tomar decisiones trascendentes o para realizar cambios importantes
en su vida. Por ello antes de iniciar la práctica de la interpretación de
consultas al I Ching, recomendamos conocer en profundidad el Hexagrama Natal
propio. ¡Quizás en él ya esté la respuesta buscada!
Igualmente, si hacemos de
intérprete para otra persona que quiere realizar una consulta al I Ching,
es conveniente conocer su Hexagrama Natal pues es posible que muestre cuál es
el origen del problema planteado. Por ejemplo, si se presenta alguien que
quiere preguntar si es posible engendrar un hijo, tal vez en su Hexagrama Natal
se refleje la dificultad para tener descendencia, entonces se le podrá explicar
que en su camino de vida existe esa traba y que tiene dos opciones: renunciar a
su deseo o, a pesar de todo, intentar superar los problemas pero asumiendo que
el camino no será fácil. En este caso, estudiando su natal y realizando una
consulta al I Ching se podrá buscar el momento más favorable para intentar conseguirlo.
Ahora
bien, debe quedar claro que el I Ching aconseja, pronostica o arroja luz sobre una
situación en el momento presente, y luego con esa información el interesado debe
decidir cómo actuar con entera libertad y responsabilidad.
El I Ching nos contesta dándonos
una información útil para nuestro desarrollo personal, nos muestra lo que es
esencial en ese momento concreto y su respuesta no siempre coincide con lo que queremos
oír. Cuando esto ocurre es momento de parar y recapacitar, pues quizás reina la
confusión o la influencia de las emociones es excesiva. Conviene meditar para
aumentar la conciencia y poder encontrar la decisión sabia que permita volver
al camino de evolución.
¿Cómo formular una pregunta al I Ching?
Es muy importante realizar la
consulta en estado de calma, equilibrio y desapego para poder sintonizarse adecuadamente
con lo que se mueve en la situación, y tomarse todo el tiempo que sea necesario
para redactar la pregunta de modo claro y conciso. Se deben señalar:
- El nombre de la persona que plantea la pregunta en tercera persona (tanto si la pregunta la formulamos para nosotros mismos como si hacemos de intérprete para otro).
- El tema de la consulta, que debe ser único y concreto (para varias alternativas son necesarias varias preguntas).
- El tiempo, que debe estar bien definido. Por ejemplo: “en el momento actual”, “en este año”, “antes de la primavera”, etc.
- El lugar, si en la situación planteada tiene relevancia.
Recordad siempre:
La llave que abre las puertas del I Ching
está en la meditación.
Shú_Yuán
Chén y Maite Foulquié autoras del Libro inédito en Occidente “I Ching JĪNG FÁNG
Ì”, publicado por la editorial “la liebre de marzo”
www.labiotika.es
www.labiotika.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario