CONSEJOS ALIMENTACIÓN PARA FORTALECER EL CORAZÓN:
- Entre los cereales integrales, el maíz (no transgénico) puede tomarse todo el año, seco, en tortillas, en arepas, inflado (sin sal o aceite de mala calidad), también como polenta o como harina (menos cantidad).
- Tomar alimentos de gusto ligeramente amargo: berros, hojas de mostaza, hojas de diente de León, nabo y la bardana, estimulan el corazón y el sistema circulatorio.
- El gomasio y las semillas de sésamo tostadas, ayudan a dar flexibilidad a los vasos sanguíneos y arterias endurecidas.
- Son muy buenas las verduras redondas y en forma de corazón: calabaza, cebolla, nabo, rábanos.
- Utilizar aceite de oliva de buena calidad para saltear verduras o freír en tempura y otros platos. El aceite bueno contribuye a elasticidad de los vasos sanguíneos, (demasiado aceite, aunque sea de buena calidad, es dañino)
- Tomar algas a diario, en pequeñas cantidades, para tener más flexibilidad en las arterias.
- Reducir animal y lácteos. Evitar azúcar, la miel, chocolate, etc., pues expande y debilita los vasos sanguíneos.
- Si vives en clima templado, minimizar el consumo de patatas, tomates, berenjenas.
- Moderar el uso de sal (utilizar sal marina) en las comidas (miso, shoyu, y marina,).
- Se puede tomar alguna cerveza muy de vez en cuando, o un poco de vino, ya que contribuye a prevenir enfermedades cardiacas.
- Evitar los bocadillos, masticar más, y reducir la cantidad de comida por la noche.
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Muchas gracias a todos los participanetes al Taller de Macrobiótica de ayer. El últimoo del ciclo de talleres.
¡Nos vemos en Octubre!
El Fuego corresponde energéticamente al corazón y su opuesto, el Agua, al riñón. El equilibrio entre ambos va a regir nuestra salud. El Fuego representa el desarrollo de la sabiduría humana, fue con su conquista lo que originó un importante avance a nuestra civilización.
El Agua corresponde a la fuente del conocimiento más profundo, donde reposan las semillas caídas después del otoño; es la parte inconsciente de la Naturaleza, cuando todo depende de la atracción de los polos yin y yang, cuando sólo es potencial de vida.
Ambos se asocian para en su equilibrio, dar paso a la vida. Es por eso que tenemos que cuidar esa relación entre corazón(Fuego) y riñón(Agua), pues su reacción equilibrada, al igual que la fusión del espermatozoide y el óvulo permanece en nuestra memoria que anhela esa unión que originó el milagro divino de la creación (Yin y Yang).
El poder de unión que contiene en sí el Fuego, da una característica especial a los arquetipos de este elemento: personas encantadoras y persuasivas que contienen la magia de la transformación de la materia en energía lumínica, produciendo un poder de atracción igual al que experimentan los insectos en verano, cuando buscando la luz, se funden con el calor de las llamas, parece paradójicamente una equivocación del instinto en esa búsqueda del fuego, la luz y el amor, sinónimos del verano. Las personas de este elemento, son afectuosas, seductores y de gran generosidad - una condición producida por el derroche de energía que les regala la naturaleza, de carácter abiertos y les gusta compartir, son intuitivos, nada egoístas y tienen la calidez y brillantez que les aporta la característica de su elemento.
Un exceso de Fuego puede producirnos sequedad, excitación y sofoco, el corazón sobrecargado, se inflama, puede sufrir de arritmia y atacar a su más cercano vecino, el pulmón y además produce una agitación del “Shen” (espíritu, la parte más sutil y elevada del ser humano que habita en el corazón), padeciendo entonces delirios, alucinaciones, pesadillas, hiperactividad, charlatanería, exaltación y muchas otras sensaciones y signos físicos, como lucir siempre un color rojo de cara, padecer fiebre, transpiración excesiva, tener manos calientes y húmedas, insomnio y un calor generalizado, impidiendo a la persona recuperarse del desgaste energético. En ese estado, estas personas son muy eufóricas e igual que están al máximo de optimismo se vienen abajo cuando la realidad de la vida les destruye sus sueños y se desalientan con una rapidez vertiginosa, pasan fácilmente de las risas a las lágrimas, se vuelven melancólicos, se aíslan socialmente y les invade la timidez y la pasividad.
Si el “Qi” (energía) es deficitario, porque falta el elemento Fuego, sufren de apatía, desinterés, falta de motivación y dejan de ser cordiales. El calor se desvanece en ellos y se vuelven sensibles al frío, les invade un semblante pálido, se asustan fácilmente, padecen de vulnerabilidad, se vuelven sensibleros, pierden su instinto intuitivo, les inundan las dudas, pasan de la luz, a la oscuridad y se abre su calvario de sufrimiento, se deprimen etc, etc.
De un modo u otro, con exceso o deficiencia de energía, lo que no pierden es su sentido de sí mismos y en el plano emocional se pueden manejar fácilmente, son flexibles y pueden entender a todo el mundo, pero también, pueden perderse disipándose durante un tiempo, como si no existiesen; en cualquiera de los dos estados energéticos que se encuentren, lo que siempre serán es compasivos; virtud que tienen aquéllos que son sensibles para sentir y comprender a los demás.
Algunas de sus contradicciones, dentro de su distorsión (por exceso o deficiencia), son las siguientes:
Necesidad de soledad, y luego desean de tener contacto con el otro. Viven el presente, pero les asusta el futuro. Dicen no, pero les encanta poder decir sí. Anhelan la fusión, estar enamorados y a la vez temen que todo se acabe en la separación. Les encanta las nuevas sensaciones y sentimientos y temen ser devorados por la intensidad del momento.
Fuera del aspecto emocional, en lo físico, un corazón con un “Qi” (energía) muy fuerte, ataca el pulmón y entonces nuestras defensas se vuelven vulnerables debido a la gran dispersión que produce el Fuego. Un Metal como es el pulmón para la Medicina China, controlado por el Fuego, se vuelve seco, caliente e inflamado y es cuando aparecen los problemas de garganta, nariz, alergias, tos seca, sudor por la noche, sed y estar agobiado por el corazón; en este momento, el pulmón no puede nutrir adecuadamente al riñón, que empieza a debilitarse; de esta forma, el Agua del riñón no controla el Fuego, entrando en un patrón de falta de “yin de riñón”, que produce micción escasa, dolorosa, dolor de espalda, alteraciones de las funciones del sexo (líbido y potencia sexual), lo que puede llegar a agotar los fluidos y con ello se puede perder esencia (energía de origen) del riñón.
También afecta un corazón demasiado alterado al hígado y al bazo, secando la Madera y la Tierra, pasando a un estado de rigidez de articulaciones y músculos.
Lo principal en este estado es cuidar de no caer en la deshidratación, mantener la sangre circulando con todos sus fluidos para que no se forme “estasis sanguínea”. Para ello hay que mantener una dieta que, aparte de no secarnos, aporte humedecimiento continuo, evitando las comidas con exceso de picante, muy calientes y secas, así como no abusar de la sal y las bebidas excitantes, entre ellas el café y el alcohol. Buscar la tranquilidad y recogimiento espiritual para contrarrestar tanta dispersión.
Si reina la armonía en un corazón, será estable y armónico también el resto de los órganos más importantes, como son el hígado, riñón, pulmón y bazo, estableciéndose el equilibrio a nivel físico y emocional.
Alguno de los signos corporales que podemos observar, para saber cómo está nuestro Fuego de corazón, se manifiestan, por ejemplo, en nuestra lengua: cuando está la punta roja es indicativo de que el equilibrio del riñón y corazón hay que establecerlo. También tener un pulso rápido, es señal de que nuestro corazón está con un exceso de Fuego: hay calor en nuestra sangre y produce esta hiperactividad de latidos. Normalmente este exceso de calor trata de escapar a través de la piel, aunque a veces no pueda salir y produzca hinchazón en las manos y pies. El calor también baja a la zona del riñón y a veces irrita las membranas que tiene la vejiga y uretra produciendo cistitis. Éstos son síntomas de una alteración entre corazón y riñón.
La solución radica en equilibrar el Yin y el Yang, para ello podemos dispersar el calor en exceso en algunos puntos claves de Acupuntura, así tonificamos el Agua yin para facilitar el equilibrio. Notaremos una transformación inmediata, que ocurre cuando nuestros fluidos y corazón están en equilibrio, nos sentimos serenos, tranquilos y habrá cambiado la sensación de calor ambiente, aunque continuemos en el mismo lugar.
Las personas que son de características Fuego, deben cuidar su energía para no consumir rápidamente los recursos internos.
Cuando el Fuego se descontrola, se puede consumir rápidamente el yin de riñón y pulmón, es por eso que no se deben ignorar las señales del cuerpo con los síntomas que sufrimos.
Para contrarrestar este período de calor en nuestras constantes metabólicas, necesitamos practicar una cocina que contrarreste el caluroso ambiente corporal o la estación del verano. Para eso utilizaremos más frescor yin y no abusaremos de los alimentos yang que producen más calor. Esto se consigue también haciendo que las digestiones sean suaves y ligeras de fácil asimilación.
La forma de cocinar tiene que comprender formas ligeras de preparación de alimentos, usando una cocina de más corta duración, como los salteados rápidos y medios, acompañados de ensaladas, pickles, y germinados, alternando con verduras al vapor, que dejamos enfriar para su posterior preparación, mezcladas con legumbres y cereales, también haremos uso de los escaldados de hoja verde de diferentes verduras. El capítulo de las frutas crudas y jugos, es la época del año que toma más protagonismo. Si estamos sanos, podremos tomar melón, sandía, ciruelas rojas y amarillas, melocotones y hacer postres variados de frutas combinadas picadas. Refrescar el cuerpo con un jugo hecho de manzana con apio, pera y sandía o limón y melón etc.
Ya sabemos que tenemos que evitar las grandes comilonas, guisos de larga duración, sobre todo comidas al horno, plancha, alimentos tostados, las carnes, los abusos de la sal y del aceite frito.
En general, se recomiendan los alimentos neutros y frescos, verduras un poco amargas y todo tipo de hoja verde.
Pero toda dieta tiene que ser comparada con el estado del paciente, así que en caso de anomalías, lo más sensato es consultar con algún entendido para no caer en males mayores.
El sabor amargo y el color rojo de los alimentos es beneficioso para el corazón, pero en exceso nos perjudica, es por eso que el principio Yin-Yang nos enseña que los extremos se transforman rápidamente en sus opuestos.