La llegada del verano ha sido celebrada por todo tipo de civilizaciones desde que el mundo es mundo. Ya en la antigüedad nuestros antecesores observaron que con la llegada de determinada época del año los días duraban más y las noches eran más cortas de lo habitual, que se producían cambios de clima que marcaban el calendario de siembra-cosecha y que los seres vivos, conscientemente o no, vivían de acuerdo a los dictados de la naturaleza.
El día 21 de junio, con el solsticio de verano, entramos a la fase Fuego del año, regida primordialmente por el Corazón.
El elemento fuego en la Medicina Tradicional China se corresponde con el verano y está representado por el corazón y el intestino delgado. La energía del corazón dirige la actividad mental y emocional. Si la actividad del corazón es saludable, la mente es firme y estable, y el pensamiento es claro y vivo, mientras que la sensibilidad y las reacciones son normales. Cuando el corazón se altera o está débil, hay desorganización del pensamiento, mente confusa, mengua la sensibilidad y las reacciones.
En el corazón se asienta el sentimiento más hondo del ser humano de ahí que se relacione con el amor y los sentimientos más sublimes. La lengua es la puerta del corazón con el exterior, su sabor es lo amargo, su secreción el sudor, su sonido es la risa, y su emoción la alegría.
Es de suma importancia entender y modular los hábitos en esta época; es evidente que necesitamos más distensión, más líquido y menos comida. En esta línea, podemos entender que la comida en verano necesita ser más ligera, con más alimentos crudos, ensaladas, alimentos más frescos y no muy cocinados ni horneados, comida más colorida y en menos cantidad.
De esta forma podemos desarrollar una actitud de alegría, de calma interior, de calidez y amor y de simpatía; o bien, una actitud de hiperactividad, superficialidad, hablar demasiado, de excesiva fogosidad o pasión y de demasiada emotividad.
Es el momento de tomar alimentos de naturaleza fría, fresca y neutra: Sandía, melón, albaricoque, pera, melocotón, ciruela, cerezas tomate, pimiento rojo, remolacha, pepino, espárragos. De sabor amargo: centeno, alfalfa, escarola, endivia, amaranto, quinoa, apio, lechuga, mijo, alcachofa, achicoria, aceituna, piel de limón, hojas rábano, cebolleta, nabo, semillas de girasol, sésamo, calabaza o lino, malta de cebada, cacao o café, crea energía descendente y su naturaleza es fría.
Se recomienda tomar infusiones de plantas que favorezcan la circulación Té verde, té negro, menta, diente de león, genciana, vid roja, hamamelis, castaño de indias, rusco, arándano, grosellero negro, ginkgo.
¡FELIZ VERANO A TODOS!
Artículo proporcionado por el Dr. Liu Zheng, Fundador de la clínica MEDIZEN
Colaborador de La Biotika en Medicina Tradicional China
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Artículo proporcionado por el Dr. Liu Zheng, Fundador de la clínica MEDIZEN
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