Increíble la transformación de la columna de esta anciana de 85 años, solo con la práctica del yoga. De tener una escoliosis severa, con problemas de movilidad, que parecía irrecuperable, a lucir una espalda prácticamente recta...
Este es un ejemplo claro de que cuando nos comprometemos a cambiar nuestros hábitos por otros más saludables, no hay lesión o enfermedad que sea irrecuperable...