Se dice que del infinito surgen los dos polos (Yin-Yang).
El Yang nos llega desde el infinito Cielo y con su fuerza nos contrae
hacia el interior. El Yin sale desde el infinito centro de la Tierra y
nos expande hacia los confines del Universo; nada existe en el Mundo que no
sea Yin y Yang, la fuerza centrífuga y
la fuerza centrípeta.
En su oposición y complementación de una fuerza a
la otra radica la existencia de todos los sucesos y todas las
cosas; cualquier fenómeno de la naturaleza, su historia, los movimientos,
todo está regido por la influencia de los dos polos. Del equilibrio de ambos
surge una tercera fuerza que los contiene: los taoístas la denominaron
"Fuerza Superior" o "La Fuerza Conciliadora”, "Qi"
en China ó "Ki" en Japón, los hindúes la llamaron
"Prana". Hubo diferentes formas de llamarla en otras culturas o
religiones occidentales, en la católica, San Juan de La Cruz la llamó
"La fuerza del Amor". Hablar de esta “Fuerza” en profundidad, nos
llevaría a comprender muchos enigmas, enfermedades físicas y psicológicas,
porque todo lo que hay es resultante de su
vibración.
La igualdad del Yin y Yang plantea la igualdad de sus
manifestaciones, esto considerado en abstracto. Así, los taoístas no ven
superior la vida sobre la muerte, de esta forma no dan más importancia a lo
positivo que a lo negativo, ni otorgan supremacía a la construcción sobre la
destrucción, ni al placer sobre el dolor, ellos se rigen por el Orden del
Universo, las leyes que exponen la verdad de la existencia, con lo cual
evitan mucho sufrimiento.
En cambio, la igualdad entre contrarios, según la
"lógica Aristotélica", en la que si lo positivo es bueno
y lo negativo es bueno, ambas no pueden ser ciertas, es la que ha regido
nuestro pensamiento durante nada menos que 2000 años. Los orientales con el
concepto Yin-Yang representan cualidades opuestas, pero ambas se complementan, esto
quiere decir que cada cosa o fenómeno puede ser él mismo y también su
contrario, la basculación convierte el
Yin en Yang y el Yang en Yin, esto, contradice nuestra
lógica Aristotélica, donde lo positivo no puede ser también negativo.
Esta ley de los dos polos, es simple en sí, pero profunda en entendimiento, cuando crees que
la has comprendido, en la práctica encuentras
nuevas formas de expresión que te obligan a replanteártela.
Anverso y Reverso
Cuando el mundo conoce lo bello como tal,
se descubre la fealdad.
Cuando el mundo conoce el bien como tal,
se percibe el mal.
Porque el ser y no-ser crecen juntos.
Lo fácil y lo difícil se complementan mutuamente.
Lo largo y lo corto se forman el uno del otro.
Lo alto y lo bajo se aproximan complementariamente.
El sonido y el tono se armonizan entre sí.
El antes y el después confluyen en igual camino.
Por eso, el sabio actúa por la no-acción y enseña sin hablar.
Todas las cosas aparecen sin su intervención.
No espera recompensa de sus obras ni se atribuye la obra
realizada, por eso su obra permanece con él.
Lao Tse
En el
“Libro de los cambios” (I Ching) que tiene una antigüedad de más de 2700 años, se
describe el concepto de Yin-Yang, con los trigramas y hexagramas, en ellos, se
expresan los fenómenos naturales y los cambios de salud de los hombres. Se
busca averiguar el discurrir de la vida considerando los ciclos de la energía.
Se entiende el Universo como un todo que respira, late y donde todo se
interrelaciona dando origen a los sucesos. En él podemos conocer la influencia
de las fuerzas celestiales en los días de nuestra concepción y nacimiento. Cada
parte de nosotros tiene su opuesto correspondiente, y en la carta natal se
pueden ver las tensiones entre los dos polos que nos gobiernan. Somos una
expresión de los cinco elementos, algunos de ellos con una parte más positiva o
negativa, y junto con la unión de las dos polaridades se conforma nuestra
personalidad.
Robert Louis Stevenson en su novela “El extraño caso
del Doctor Jekyll y Mr. Hyde”, buscaba desentrañar este misterio de las dos
personalidades del ser humano, inspirándose en la filosofía oriental que
representa a través del Yin-Yang la dualidad de todas las cosas.
En el
hexagrama de cada uno, ya tenemos un patrón de comportamiento, con rasgos
de personalidades ya establecidas que nos inclina hacia uno de los dos polos,
influyendo en nuestra conducta y por consiguiente, emociones, aspectos psicológicos
y de salud.
Las dualidades introducen “tensiones psicológicas”, que en cierto modo
son las que mueven el mundo y sólo en la unión o conciliación de los opuestos encontraremos la serenidad o
equilibrio.
El
juego de la vida parece que consiste en conseguir el arte de ir por la vía del
centro,
Buda lo menciona como el arte de encontrar el equilibrio.
Hermes
Trismegisto del Antiguo Egipto, en su libro “El Kybalión”, dice que transcender
la dualidad no significa que ésta deje de existir, sino que la conciencia debe
elevarse para observarla y manejarla, de esa forma usará la Ley de la
Polaridad para su propia evolución
El 4° principio (Kybalión)Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su
par de opuestos: los semejantes y los antagónicos
son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en
grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades,
todas las paradojas pueden reconciliarse.
Hermes Trismegisto
También Sócrates
decía que en el punto medio está la virtud, porque
si nos abandonamos desembocaremos
en el caos de nuestro sistema, ya que en mayor o menor proporción, todos
nacemos con la tendencia de ir hacia uno de los polos.
La
teoría del Yin-Yang también es utilizada para conseguir una alimentación
equilibrada, esta forma de alimentarse surgió en los monasterios taoístas y
llegó a Japón. Más tarde de la mano de George Ohsawa, se extendió por todo el mundo como la “Dieta
Macrobiótica”. Esta dieta emplea un método ideal para ir por la vía del centro en
cuanto a la alimentación se refiere, y nos da un respiro, mientras vamos
entendiendo qué es la polaridad y la enfermedad. Usada como prevención, ayuda a
conocer tus limitaciones, y a saber que
no puedes saltarte las leyes cósmicas que constituyen el Orden del Universo. Ir
en contra de la polaridad es desequilibrio y no ayuda a resolver los problemas,
incluida la enfermedad, porque estamos sumergidos en una realidad bipolar que
nos afecta constantemente.
Comprender
la enfermedad usando la polaridad debiera ser fácil, pero la realidad de
cada instante es cambiante, diferente, basculante, no es controlable y
eso produce incertidumbre, porque nos muestra lo que somos: un instante insignificante
del gran latido cósmico, que cuando nos entregamos a nuestra humilde realidad sin resistencia y nos completamos
al aceptar el otro extremo, sentimos el alivio que produce coincidir con
el flujo de la energía. Es cuando comprendemos que estamos en nuestro sitio donde todo es perfecto, todo tiene su
razón de ser. Y qué podemos hacer si no
dar gracias por vivir esta maravillosa experiencia!
Lo vivo y lo muerto son una misma
cosa en nosotros,
lo despierto y lo dormido, lo joven y lo
viejo: lo uno,
movido de su lugar, es lo
otro. Y lo otro a su lugar devuelto,
lo uno.
Heráclito
Miguel
Priego
Consultor
de Macrobiótica en La Biotika. MCT. Diagnóstico por los 5 elementos
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