NIVEL 1:
DESARROLLAR LAS RAÍCES DEL ÁRBOL DE PRÁCTICAS
-LA SONRISA INTERIOR SUAVIZANTE:
Éste es el primer paso en el camino y el más importante. La Sonrisa Suavizante
es la clave de la apertura hacia la dimensión de la comunicación con nosotros
mismos a través de los sentidos. Sin la capacidad de sentir no se desarrollan las prácticas internas, tan sólo ideas y
conceptos mentales.
El hecho de sentir permite poner el foco de la atención
en el momento presente, que es el lugar en el que la energía se encuentra
siempre disponible. La
Sonrisa Suavizante nos
conecta directamente con la fuerza vital.
-LOS SEIS SONIDOS CURATIVOS
La capacidad de modular el flujo energético en los
órganos vitales se desarrolla a través de los Seis Sonidos Curativos. Mediante
la modificación del flujo energético en los órganos empezamos a actuar
directamente sobre las emociones y sobre la manera en que nos sentimos. Éste es
también el primer paso del aprendizaje para revitalizarnos a través de las
prácticas energéticas.
La capacidad de sentir que se ha despertado a través de la Sonrisa Suavizante
se desarrolla ahora por medio de sentir cada órgano. Esta práctica también se
conoce como "Enamorarse de los
Órganos" y resulta en un mayor
cuidado y respeto de uno mismo.
Los Seis Sonidos Curativos nos aportan una simple y
poderosa herramienta para regular la calidad de nuestras emociones.
-ESTIRAMIENTOS BÁSICOS
Es una sencilla secuencia de estiramientos desde los pies
hasta la cabeza, destinada a aumentar el flujo de energía y a unificar el
cuerpo.
El importante ejercicio respiratorio llamado “Respiración
Espinal” ayuda a modificar las cualidades de la sangre y de la mente, mejorando
de ese modo la capacidad para enfocar la mente con claridad y experimentar la
calma.
Esta secuencia de estiramientos es el preludio de todas
las prácticas energéticas daoístas. Su práctica cotidiana aumenta la
autoestima.
-ALINEAMIENTO DE LA ESTRUCTURA 1: ABRAZAR EL ÁRBOL
Una parte esencial del trabajo energético consiste en
adoptar el correcto alineamiento físico entre las dos fuentes principales de
energía, a saber, la tierra (abajo) y el cielo (arriba). Sin un correcto
alineamiento no es posible enfocar la mente con claridad durante largos
periodos de tiempo, pues empezaremos a sentirnos cansados.
La posición estática llamada “Abrazar el Árbol” alinea
todos los huesos del modo más eficaz posible. A través de su estructura
cristalina, los huesos actúan como
"antenas" por medio de las cuales las energías del cielo y de la
tierra circulan y se unen. Esta postura
revitaliza con un mínimo esfuerzo. Asimismo, en los primeros estadios permite
descubrir en minutos dónde se localizan los bloqueos que impiden el correcto fluir de la energía. Su práctica
diaria establece los cimientos de la integridad personal en lo que hacemos y la
capacidad de llevar a cabo lo que emprendemos.
-LA ÓRBITA MICROCÓSMICA
Ésta es la primera práctica en la que tomamos contacto
directo con la fuerza vital y su
flujo a través del sistema de meridianos. No es posible profundizar en el
trabajo energético si no se tiene una experiencia clara y consciente de cómo se
siente la energía.
Cada vez que completamos conscientemente un circuito de la Órbita Microcósmica , nuestro nivel personal de vitalidad aumenta.
Todas las prácticas energéticas daoístas acaban
conduciendo a la
Órbita Microcósmica y es a través de esta práctica que
iniciamos una amistad con la fuerza vital para toda la vida. La práctica diaria
genera un sentimiento de poder personal y la capacidad de realizar nuestro propósito con eficacia.
-LAS CINCO PRÁCTICAS FUNDAMENTALES DEL NIVEL 1
Las cinco prácticas del Nivel 1 actúan en conjunto como
una sola unidad. Cada práctica genera una franja particular de frecuencias
energéticas que, combinadas, inician el proceso de transformación personal
hacia un alto nivel de vitalidad, salud y bienestar.
Para que estas prácticas puedan arraigar se recomienda un
mínimo de tres meses de trabajo cotidiano, antes de que uno acceda al Nivel 2.
El aspecto más importante del Nivel 1 es que nos
proporciona una introducción al linaje de las prácticas daoístas. El linaje
está formado por los seres más extraordinarios, que han atravesado por el mundo,
con la potente intención de generar beneficios para todos. Estas enseñanzas han
llegado a nuestras vidas gracias a su motivación altruista. El linaje es un río
que nos lleva sin esfuerzo por la dirección que nacimos para recorrer.
Shu Yuan-Chen desde el AULA DE
ESTUDIOS DE LA BIOTIKA ha iniciado una estrecha colaboración con Juan Li, creador
del sistema taoísta conocido como I CHING DAO.
Hace ya más de 6 años que en el Aula de Estudios de la Biotika se imparten
cursos de I Ching de la línea Jing Fang I,
dónde se ayuda a los alumnos a profundizar en el conocimiento de uno
mismo a través de su Hexagrama Natal y de consultas puntuales al I Ching en
momentos de dudas. En el Hexagrama Natal de una persona aparecen las áreas de
vida en que se presentarán las dificultades y las cualidades personales que
ayudarán a solventarlas; se refleja el “contrato de vida” y conocerlo es de
gran ayuda para avanzar pues es imprescindible aceptarlo, asumirlo y
responsabilizarse de él para lograr el propósito de vida.
Por otro lado, el sistema taoísta I Ching Dao presenta un sistema de
prácticas que incluye técnicas para transformar las emociones negativas y
potenciar las positivas. El individuo puede utilizarlas para aprender a sanar
la mente y las relaciones y así prevenir las enfermedades.
Ambos sistemas aportan valiosas herramientas para saber cómo encaminarse en
la vida y juntos multiplican su potencial.
Shu Yuan Chen
Maestro Juan Li
Instructor del programa
I Ching Dao
Colaborador del Aula de
Estudios de La Biotika
www.labiotika.es
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