La filosofía y medicina oriental se fundamentan en la observación de la naturaleza y sus ciclos de transformación para entender los movimientos del Ki o “Energía Vital” que dan lugar a las manifestaciones materiales e inmateriales. Esto por ejemplo podemos verlo en el ciclo vital de los seres vivos desde su concepción, pasando por las etapas de crecimiento, desarrollo, madurez y envejecimiento hasta finalmente su muerte. Y en los días sucede lo mismo desde que amanece, pasando por el medio día, el atardecer y el anochecer hasta que finalmente llega la noche.
La Macrobiótica sintetiza los conceptos energéticos de la sabiduría oriental y los lleva a la práctica diaria permitiéndonos entender las relaciones causa-efecto, sincronizar con los ritmos naturales y armonizar cuerpo, mente y emociones.
La Primavera…
Después de la adversidad climática del invierno comienza un movimiento de expansión e incremento del Kien la superficie de la Tierra, adviene la primavera y con ella el viento que sacude los bosques, esparce el polen y dinamiza el ambiente. La energía latente de las semillas se manifiesta en los primeros brotes y yemas de los árboles que más adelante y con la ayuda del aumento de luz y calor darán lugar a un paisaje florido y de vegetación abundante. De la misma manera los animales abandonan sus madrigueras y los períodos de hibernación y letargo para desarrollar sus actividades al aire libre.
Esta etapa del año nos invita a entrar en acción para desarrollar nuestros proyectos y actividades.En consecuencia es importante ocuparnos de “limpiar y ajustar” el organismo para direccionar nuestro rumbo y llevar a cabo satisfactoriamente nuestras tareas matutinas, es decir, “una puesta a punto para arrancar motores y que no se nos gripe el vehículo a mitad del camino”. A continuación veremos algunos alimentos y hábitos de estilo de vida que pueden ayudarnos a armonizar con el “ciclo energético” relacionado con la primavera.
En Macrobiótica y filosofía oriental se asocia la primavera al Elemento Madera, dentro de un ciclo de 5 Elementos: Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua. Los Elementos son como estaciones de paso que hay entre un extremo yin y otro yang y nos permiten interpretar la naturaleza según los distintos tipos de movimiento del Ki, a saber, ascendente, expansivo, descendente, contractivo y fluctuante.
En el cuerpo humano el Elemento Madera se relaciona con el hígado y la vesícula biliar. El primero llega a pesar hasta dos kilos y es el encargado de llevar a cabo más de 550 funciones en nuestro cuerpo relacionadas con el metabolismo, la digestión, el almacenamiento de sangre y nutrientes y los procesos de transformación y eliminación de toxinas. Por otro lado la vesícula es la encargada de almacenar y liberar la bilis durante el proceso digestivo.
Desde el punto de vista energético y funcional el hígado dinamiza uniformemente el Kipor todo el organismo, controla los tendones y ligamentos, se abre en los ojos y se manifiesta en las uñas.
Cuando el Elemento Madera se ve afectado pueden aparecer algunas manifestaciones sintomáticas como fatiga, dolor muscular, rigidez articular, migrañas, vértigos, menstruación irregular, síndrome premenstrual, uñas quebradizas, vista cansada, visión borrosa, intranquilidad, indeterminación y mal humor. Las emociones que más afectan al hígado son el resentimiento, la frustración y la rabia,manifestaciones habituales en persona con desequilibrios en el Elemento Madera.
Estilo de Vida
Es conveniente evitar factores relacionados con nuestro estilo de vida como son el estrés, el cansancio extremo,la competitividad, comer rápido y en exceso,no salir de la ciudad, fijar demasiado la vista, exponernos continuadamente a pantallas luminosas y la intranquilidad. Por el contrario podemos beneficiarnos practicando algún tipo de ejercicio físico moderado y meditación, manteniendo el contacto con la naturaleza, cenando pronto, reduciendo la exposición a aparatos electrónicos y pantallas luminosas e incluyendo plantas verdes en nuestra casa.
Alimentación Energética
Durante el invierno solemos elegir alimentos concentrados, grasos y calóricos así como cocciones largas, pero con la llegada de la primavera estos alimentos y estilos de cocción deberían ir dando paso a alimentos más ligeros, frescos y menos grasos junto con métodos de cocción menos prolongados y más livianos para descargar los excesos y contribuir a la libre circulación del Ki por nuestro cuerpo.
Entro los alimentos y métodos de cocción que nutren y benefician al Elemento Madera podemos encontrar:cebada, centeno, bulgur, lentejas, judías mungo, tempeh, guisantes, alcachofas, apio, brócoli, rabanitos, cebollino, perejil, diente de león, picles, chucrut, té kombucha, kvas de remolacha, germinados, algas wakame y chlorella, setas shitake, fresas, moras, ciruelas, manzana ácida, vinagre natural y cocciones al vapor, salteados y escaldados. En general los colores verdes que revelan la riqueza en clorofila de los vegetales y el sabor ácido son beneficiosos. Por el contrario es conveniente evitar o reducir en todo lo posible comida chatarra, comida pre-cocinada, horneados, frituras, azúcar, carnes rojas, embutidos,huevos, lácteos, alcohol, café, exceso de picantes y especias, y aditivos
Saber elegir y preparar adecuadamente los alimentos es fundamental para llevar una alimentación equilibrada adaptada a nuestras necesidades individuales según nuestra constitución, edad, sexo, actividad, lugar de residencia y estación del año en que nos encontremos. Aplicar dietas generalistas y conceptos estáticos en nuestra alimentación puede perjudicar nuestra economía energética y debilitarnos. Por el contrario poner en práctica los conocimientos energéticos que enseña la macrobiótica en nuestra alimentación permite crear una dieta personalizada para nutrirnos de manera óptima.
Mario Sánchez Écija – Naturópata
Colaborador Cursos de Macrobiótica y Fermentados en Aula de Estudios de La Biotika