INTEGRIDAD ENERGÉTICA Y PROTECCIÓN PSÍQUICA
Uno de los problemas más
comunes que afectan al trabajo energético es la falta de integridad energética
debida a una confusa definición de los límites personales. Esta confusión de
los límites permite que uno se vea fácilmente afectado por energías negativas,
que tenga una sensibilidad extrema a otras personas y lugares, que halle
dificultades a la hora de proteger su entorno personal, que quede abrumado bajo
el peso de gente con fuerte personalidad, que se vea envuelto en situaciones
con las que no está de acuerdo o que sea fácilmente influenciado o poseído por
entidades. Todos estos factores son síntomas de que el sistema energético y,
sobre todo, los puntos energéticos de la Órbita Microcósmica están frágiles o
bloqueados. A consecuencia de ello, al organismo le es muy difícil mantener su
integridad energética.
Las emociones reprimidas
y soterradas pueden producir la sensación de que somos víctimas de las
circunstancias y de que "no tenemos suerte". A nivel estructural,
puede ocurrir que la persona no disponga de una correcta conexión con las
energías del cielo y de la tierra y que éstas, de rebote, estén muy por debajo
de su potencial vibratorio.
Lo fundamental para
poder resolver este problema es conectar con la tierra sobre la base de una
práctica cotidiana. Cerrar vínculos negativos generados por promesas, acuerdos
y permisos que nos hacen vulnerables. Hay que trabajar con el sistema de
meridianos todavía más intensamente, por medio de la Órbita Microcósmica.
Empezar por eliminar la carga emocional y favorecer un mejor flujo energético,
por medio de los Seis Sonidos Curativos y el Armonizar los Cinco Elementos 1, y
expandir la personalidad, pasando de una focalización exclusiva en uno mismo a
un sincero proceso de ayuda a los demás.
En este importante nivel
se aprende a cómo generar integridad energética, cómo reconocer que hay
interferencias que están tomando lugar, qué hacer en situaciones de
interferencias por espíritus y cómo guiar a la luz de la dimensión del astral
superior a estas entidades estancadas en la dimensión del astral inferior.
INTEGRIDAD ENERGÉTICA Y PROTECCIÓN PSÍQUICA PARA
SANADORES Y PROFESIONALES QUE TRABAJAN CON EL PÚBLICO
El trabajo energético
para la sanación se ha extendido a un ritmo acelerado durante los últimos
cuarenta años. Técnicas energéticas que fueron enseñadas durante largos
periodos de entrenamiento y, principalmente en secreto, se han hecho públicas
en libros, talleres de fin de semana y por medios electrónicos. Gran parte de
esta información se transmite, sin concienciar a los practicantes de la gran
responsabilidad y riesgos que asumen al adentrarse sin preparación en el
trabajo energético.
Hoy día en la profesión
médica es común encontrar profesionales de buen corazón que están cansados,
agotados, estresados al límite, deprimidos, y luchando a nivel físico,
emocional, mental y espiritual con una carga pesada de energías negativas sin
procesar, acumuladas debido a la falta de
conocimientos suficientes acerca
de lo que implica el trabajo de sanar.
El propósito de este
nivel es doble:
1- Concienciar a los
profesionales de la salud de los riesgos que implica el intercambio energético
que se da en la sanación.
2- Aprender técnicas
energéticas de mantenimiento que reducen las posibilidades de interferencias
psíquicas a nivel personal y en el espacio donde se hace el trabajo energético.
PRINCIPIOS ENERGÉTICOS 1: LOS OCHO TRIGRAMAS DEL I CHING.
LOS PRINCIPIOS RECTORES DEL TRABAJO ENERGÉTICO
El I Ching es un
antiquísimo libro de instrucciones de cómo vivir y desarrollar nuestro
potencial al máximo. Las enseñanzas del I Ching son transmitidas a través de
ocho principios básicos que se conocen como “Los Ocho Trigramas”.
Los Ocho Trigramas del I
Ching son los ocho principios fundamentales para llevar a cabo el programa
entero de auto desarrollo. Suministran una estructura simple y poderosa de cómo
utilizar el poder de la intención de la manera más eficaz posible.
El integrar en nuestra
manera de pensar y organizar nuestras prioridades basado en los ocho principios
del I Ching genera un fuerte sentimiento de propósito y claridad. El aprender a
vivir mejor no se logra improvisando o haciendo decisiones a ciegas, se logra
operando desde estructuras mentales fiables puestas a prueba por milenios de experiencia y
sabiduría.
PRINCIPIOS ENERGÉTICOS 2: INTRODUCCIÓN AL I CHING: LOS 64
HEXAGRAMAS
El I Ching es un libro
clásico antiguo que fue escrito por primera vez hace unos 2.600 años. Es la
guía interior sobre cómo una persona ordinaria puede desarrollar su máximo
potencial creativo.
Los autores del I Ching
enseñan que los seres humanos atravesamos por 64 situaciones energéticas a
medida que nos vamos adentrando por las sendas de la superación personal. Las
64 situaciones abarcan cada nivel del programa de auto desarrollo, desde los
inicios hasta la experiencia directa de nuestro estado original de ser.
El estudio del I Ching
nos ofrece una estructura extremadamente detallada de todos los pasos
esenciales para desarrollarnos como seres humanos a la vez que asistimos a
otros a superar las dificultades que encuentren en su camino.
El estudio del I Ching
inicia el proceso gradual de romper con las barreras mentales, las creencias
limitadoras, y los obstáculos que estancan el desarrollo. El resultado es un
punto de vista sin límites, desde el cual todo es posible. Los principios del I
Ching combinado con el trabajo energético interno, sienta las bases para el
surgir de una conciencia universal, con un radio de acción progresivamente más
amplio que supera el egoísmo-causa raíz del sufrimiento, y se abre a
dimensiones de posibilidades infinitas.
PRINCIPIOS ENERGÉTICOS 3 y 4: CONSEJOS DEL I CHING PARA
LA PRIMAVERA, VERANO, OTOÑO Y EL INVIERNO
Saber cómo fluir con los
cambios, en vez de resistirlos o temerlos es una de las habilidades más básicas
que tenemos que desarrollar para aprender a vivir mejor. A medida que las
estaciones del año se van manifestando, los flujos energéticos cambian y
nuestro organismo tiene que ir adaptándose. Una de las enseñanzas iniciales del
I Ching es el que todo tiene su momento oportuno, en el que hacer algo se
realiza con un mínimo esfuerzo y se logra un máximo resultado. En este nivel,
el practicante se hace más consciente de cómo fluir con los cambios a través
del ciclo de las cuatro estaciones del año.
Uno de los grandes
maestros del I Ching, conocido como Shao Yong, diseñó para el beneficio de la
humanidad, una estructura en la que los 64 hexagramas del I Ching están
organizados de acuerdo con el fluir de las cuatro estaciones del año. La rueda
de los 64 hexagramas ofrece consejos muy precisos de cómo armonizar día a día
en el ciclo del año.
LA APERTURA DE LOS TRES NUDOS DE LAS TRES CALDERAS
En el instante de la
concepción, recibimos de nuestra línea ancestral los “Tres Tesoros” de la
Esencia (Jing), Vitalidad (Qi) y Potencial Espiritual (Shen). Es gracias al
poder de los “Tres Tesoros” que somos capaces de desarrollar nuestro máximo
potencial.
Los “Tres Tesoros” están
relacionados con las tres etapas del desarrollo de la conciencia, o “Tres
Calderas”. La primera caldera es la etapa en que el ego está en el centro de la
personalidad y el resto del mundo está en segundo plano.
La segunda caldera, es
la caldera del corazón en que el Guía Interno ocupa el centro de la
personalidad y el ego opera como asistente del Guía Interno. La perspectiva de
la segunda caldera es la del “nosotros” en vez del “yo primero”.
La tercera caldera es el
estado en que nuestra verdadera esencia-lo que en el Tao se llama, “Mente
Original”, está en el centro de la personalidad.
La trayectoria de
evolucionar de la primera caldera a la segunda y tercera se logra gracias a la
transformación de los “Tres Tesoros”.
Shu Yuan-Chen desde el AULA DE
ESTUDIOS DE LA BIOTIKA ha iniciado una estrecha colaboración con Juan Li,
creador del sistema taoísta conocido como I CHING DAO.
Hace ya más de
6 años que en el Aula de Estudios de la Biotika se imparten cursos de I Ching
de la línea Jing Fang I, dónde se ayuda
a los alumnos a profundizar en el conocimiento de uno mismo a través de su
Hexagrama Natal y de consultas puntuales al I Ching en momentos de dudas. En el
Hexagrama Natal de una persona aparecen las áreas de vida en que se presentarán
las dificultades y las cualidades personales que ayudarán a solventarlas; se refleja el “contrato de vida” y conocerlo es de gran ayuda para avanzar pues es
imprescindible aceptarlo, asumirlo y responsabilizarse de él para lograr el
propósito de vida.
Por otro lado,
el sistema taoísta I Ching Dao presenta un sistema de prácticas que incluye
técnicas para transformar las emociones negativas y potenciar las positivas. El
individuo puede utilizarlas para aprender a sanar la mente y las relaciones y
así prevenir las enfermedades.
Ambos sistemas
aportan valiosas herramientas para saber cómo encaminarse en la vida y juntos
multiplican su potencial.
Shu Yuan Chen
Maestro Juan Li
Instructor del programa I Ching Dao
Colaborador del Aula de Estudios de La Biotika
www.labiotika.es
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