Desde los últimos
años se han dado a conocer por parte de profesionales y divulgadores dela salud
natural muchos de los alimentos y bebidas fermentados que en la actualidad ya
tienen cierta popularidad en occidente. A continuación vamos a explorar dos
tipos de bebidas fermentadas que podemos elaborar fácilmente en casa partiendo
de “cultivos madre auto replicantes”. Estos cultivos son estructuras sólidas
gelatinosas que crean los propios microorganismos y tienen la característica de
auto replicarse y crecer. En cada una de estas bebidas, bacterias y levaduras viven en simbiosis fermentando los
azúcares adicionados para su producción y fabricando sustancias beneficiosas
para la salud del consumidor. Debido a que los azúcares usados para su
producción sirven como alimento para los microorganismos al finalizar una
correcta fermentación apenas deberían estar presentes.
La
Kombucha
La
historia de la kombucha se remonta a la dinastía Tsin (Qin), en el 221
a.C. y la dinastía Han (206a.C) en China. En este período ya se relatan en antiguas
escrituras algunas de sus virtudes para la salud, siendo reconocida como el
“hongo de la longevidad”. Con el tiempo se ha ido popularizando en otros
lugares del mundo como Corea, India, Rusia y más tarde también en Europa.
Esta exótica bebida se prepara a partir de té endulzado
que posteriormente es fermentado por la acción de microorganismos asociados a
una biocapa de celulosa, semejante al aspecto de un hongo gelatinoso.Por su
origen, el té tradicional empleado para su producción son el té negro y el té rojo. Respectivamente del
japonés kocha-kinoko (紅茶キノコ), u “hongo de té negro” y
del Chino jon-cha-chín (红茶菌) u “hongo de té rojo”.
Pese a ello también se puede elaborar con otros tipos de té y hierbas sin
teína, variedades que podemos adquirir a día de hoy fácilmente en tiendas
especializadas.
Su composición
microbiana es muy variada, y en ella podemos encontrar principalmente:
bacterias productoras del ácido acético como gluconacetobacterkombuchae y acetobacterxyllinum;
levaduras de los génerossaccharomycces
y brettanmices; y bacterias
acidolácticas de los géneros pediococcus
y lactobacillus.
De todos estos
microorganismos acetobacterxyllinum
es el responsable del “aspecto de hongo” del cultivo madre de la kombucha, pues
es la bacteria encargada de sintetizar la celulosa que le da la forma.
Algunas sustancias nutricionales
características de la fermentación con el cultivo de kombucha son: vitaminas del grupo B y K;
minerales útiles propios de la planta infusionada; enzimas digestivas como
amilasa, invertasa y sacarasa; ácidos orgánicos del tipo acético, láctico,
glucónico, úsnico y cítrico; y aminoácidos libres.
Asimismo se le atribuyen propiedades
depurativas, digestivas, probióticas, reconstituyentes, reguladoras sobre el
tránsito intestinal, anti infecciosas y con efectos regeneradores sobre el
cabello, uñas y tendones.
Tíbicos o Kéfir de Agua
EL origen de los
tíbicos o kéfir de agua no está muy claro. Se cree que podrían provenir del
Cáucaso y Bulgaria en el caso de Europa, México en el caso de América, o el
Tibet en Oriente. De todos estos lugares parece ser que el Tíbet podría ser con
mayor seguridad su origen, de ahí que también se les conozca como “hongos
tibetanos”.
A principio de los
años 90, la madre Teresa de Calcuta, en un viaje al templo budista de Johkang
(Tibet), conoció los tíbicos. Seguidamente a su llegada a América comenzó a
repartir unos cuentos ejemplares que los monjes la habían regalado con la
intención de extender su consumo y así ayudar a los enfermos por todo el
continente.
La elaboración de los tíbicos es simple, solo se
requiere una base de agua azucarada, a la cual también se suele adicionar zumo
de limón y algún fruto desecado como higos y dátiles.
A diferencia de la kombucha el cultivo madre de
los tíbicos se manifiesta en forma de múltiples nódulos semi translúcidos de
celulosa formados por dos capas, la externa
más compacta donde se localizan las bacterias y levaduras, y la interna
con textura esponjosa debido a la formación natural de dióxido de carbono.
Al igual que ocurre con la kombucha las
bacterias acidolácticas y levaduras presentes en este tipo de cultivo utilizan
los azúcares disueltos en el agua como alimento para su desarrollo, dando lugar
a subproductos metabólicos como ácidos orgánicos, dióxido de carbono, enzimas y
vitaminas. El resultado después de 1 o 2 días de fermentación es una bebida
carbonatada con notas de sabor ácidas y dulces. Si el tiempo de fermentación se
prolonga puede producirse una concentración de alcohol de 0,3-2% y una mayor
cantidad de ácido acético.
Algunos microorganismos presentes en el kéfir de agua son:
bacterias productoras del ácido láctico como L.brevis, L. casei y L. Rhamnosus; y
levaduras de los géneros saccharomycces.
Entre sus
propiedades destaca como tónico digestivo, probiótico y regulador intestinal.
Tanto la preparación
de kombucha como de tíbicos es sencilla, solo es necesario adquirir los cultivos
madre y aprender los pasos esenciales para asegurarnos de que la fermentación
es adecuada, evitando su contaminación y asegurando su viabilidad para un
consumo habitual, frecuencia con la que notaremos mayores beneficios.
A medida que nos
familiaricemos con la producción artesanal de este tipo de bebidas fermentadas
existen infinidad de posibilidades para crear originales recetas, incluyendo
zumos naturales de frutas y hortalizas, plantas medicinales y hierbas
aromáticas.
Incluir en nuestra
dieta una variedad de alimentos y bebidas fermentadas artesanas nos ayuda significativamente
a mantener nuestros intestinos en buen estado y en consecuencia disfrutar de
una salud ejemplar.
CULTIVA VIDA:
COSECHA SALUD
Mario Sánchez
Naturópata. Profesor de Macrobiótica y Alimentos Fermentados en la Biotika
www.labiotika.es
Naturópata. Profesor de Macrobiótica y Alimentos Fermentados en la Biotika
www.labiotika.es
Tengo en mi agenda el asistir al taller que imparte Mario. Ahora que llega el verano, proveerse de estas bebidas refrescantes y beneficiosas para nuestro organismo es delicioso.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarHola recibí mis tíbicos hace pocos días y como aún no los conozco bien tengo dudas.
ResponderEliminarAlgo positivo es que se han duplicado en más últimas 72 horas.
Se les vé en movimiento continuo en el agua y el resultado final es un líquido espeso. Sabe buen. Los tíbicos se van envolviendo de una tela: me han dicho que ésto es señal de que se están formando nuevos nódulos, es cierto? En los videos que veo sobre el Kefir nunca muestran los nódulos en una capa similar.