Todos los años, coincidiendo con
el comienzo del verano (mes de junio), organizamos una serie de salidas a
localizaciones de especial relevancia cercanas a Madrid, para analizar las
formas del paisaje y la influencia que tiene en el entorno, según la Escuela de
las Formas o Paisajística del Feng Shui.
Llevamos varios años haciendo
esta salida al Escorial, un sábado, en el que pasamos una jornada completa, muy
instructiva, visitando y analizando el Feng Shui de las Formas en el Monasterio
y su entorno (Monte Abantos, Silla de Felipe II, Valle de los Caídos,…).
La Paisajística del Feng Shui se
basa en seis energías que rodean el entorno en el que vivimos. Estas seis
energías están representadas por seis animales legendarios orientales, que son
los seis Animales Celestiales del Feng Shui: Dragón, Tigre, Tortuga, Fénix,
Dragón Amarillo y Serpiente.
Cuando hay una orientación
adecuada de estás energías en el entorno, todo fluye de manera favorable. El
emplazamiento ideal para una edificación es aquel en el que el Dragón se sitúa al Este, con una
montaña elevada de cumbre suave, y el Tigre
al Oeste, con una elevación del terreno inferior a la del Dragón. La Tortuga en el Norte, debe proteger
la parte trasera del emplazamiento (un monte de aspecto sólido y macizo sería
perfecto). El Fénix al Sur, debe de
ser un emplazamiento amplio y bien soleado. El Dragón Amarillo y la Serpiente situados en el Centro,
representan el techado y los cimientos respectivamente. Cuando en la naturaleza
aparece esta configuración se podrá encontrar el Nido de Dragón: punto de máxima energía positiva que nos ofrece la
naturaleza.
Para cualquier edificación
(vivienda, local, oficina, etc.) que queramos analizar con el Feng Shui de la
Escuela de las Formas, se deberá tener en cuenta el emplazamiento de estas 6
energías, tomando como punto de referencia la puerta principal de acceso a la
vivienda, local, etc.… Situándose en la puerta principal mirando hacia afuera,
lo que está a la izquierda pertenecerá a la energía del Dragón, que deberá de
ser una zona alta. A la derecha se sitúa el Tigre, que deberá de ser una zona
tranquila y baja. La parte de trasera es la zona de la Tortuga, que tendrá que
ser una zona alta y compacta para tener un buen apoyo en la vida. El Fénix al
frente, deberá de ser una zona amplia y diáfana. La zona central, perteneciente
al Dragón Amarillo y a la Serpiente, es la zona central desde la que fluye la
energía hacia todas las estancias, esta deberá de estar despejada, limpia y
ordenada.
EL MONASTERIO Y ENTORNO
Se sabe que Felipe II, desde su adolescencia, tuvo el deseo de poder llegar a construir un templo que pudiese ser comparado con el enigmático Templo de Salomón: un edificio que fuese recordado y admirado, un fiel reflejo del poder que le otorgaba su vasto imperio.
Cuando Felipe II accedió al trono
en 1556, encargó al jesuita Juan Bautista Villalpando que realizase un estudio
sobre el Templo de Salomón, con la idea de materializar su sueño. En la Edad Media muchas catedrales intentaron
reproducir estas mismas proporciones, que se creía que fueron obtenidas por
inspiración divina, y que habrían de dotar al templo de esa “conexión” entre el
cielo y la tierra.
El arquitecto Juan Bautista de
Toledo comenzó la obra en 1563, dando comienzo a la obra por la fachada sur. Tras
la muerte del arquitecto en 1567, Felipe II confía a Juan de Herrera la
construcción de su templo.
Felipe II sentía una atracción
especial hacia el hermetismo, poseía una importante biblioteca sobre ciencias
ocultas, hermetismo, magia y alquimia. El Monasterio del Escorial está lleno de
simbolismos esotéricos y misterio.
El Fénix del Monasterio. La entrada principal original, por donde
entraban los carruajes del rey, está situada mirando hacia el Este, con unas
vistas amplias y bien soleadas como mandan los cánones del buen Feng Shui. Se
puede apreciar un alargamiento del edificio tipo pico de Fénix, en el que
estaban situadas las habitaciones privadas del rey, justo al lado de la
basílica.
En la actualidad la entrada
principal se sitúa en el oeste, justo en oposición a la original, con lo que se
ha perdido el buen Feng Shui del Monasterio.
Para muchos el monte Abantos,
situado en el entorno del Monasterio, fue considerado sagrado desde la
antigüedad. Además tanto el Monasterio como el Valle de los Caídos, están
construidos sobre ubicaciones en las que se encuentran importantes vórtices
energéticos. El sitio elegido para construir el Monasterio no es casual, ya que
es uno de los lugares telúricos más potentes de España, un lugar de poder…
¡Si quieres saber más vente con nosotros a la próxima excursión que haremos para analizar el Feng Shui del Escorial, para Junio de 2018!
Shu-Yuan Chen
Profesora de I Ching y Feng Shui en "La Biotika"
www.labiotika.es
Profesora de I Ching y Feng Shui en "La Biotika"
www.labiotika.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario