miércoles, 6 de julio de 2016

El “Chi” la fuerza misteriosa que nos da la vida


La vida se diferencia por la cantidad y calidad de “Chi” que se contenga, eso diferencia las especies o cada fenómeno viviente. Todas las cosas se definen a través del “Chi”; energía inteligente que controla millones de funciones vitales de todas las organizaciones de vida en la naturaleza y hasta ahora no se ha podido medir, verse, cuantificarse o aislarse.

En el ser humano, igual que en cualquier otro tipo de vida, todas las funciones físicas y mentales son manifestaciones del “Chi”. Digamos que todos los cambios, procreación, crecimiento, pensamientos, etc., son debidos a esta energía.

El “Chi” es quien nos protege del exterior, nos proporciona el movimiento, nos ayuda a cumplir nuestra misión y nos da el calor necesario para vivir. Es uno de los tesoros del ser humano, junto con el espíritu, la sangre y la esencia. El “Chi” que nos llega del Universo es tan poderoso que influye en la climatología de las estaciones afectando tanto a la naturaleza como a nuestras vidas, produciéndonos cambios en la salud, la mente y emociones. 

Un viento fresco.
Llenando el firmamento,
voces de pinos.
(Onitsura)

En la naturaleza, el “Chi”, hace correr los ríos, genera el viento que mueve la hierba y los árboles, crea los climas, las tormentas, y su fuerza empuja y mueve los mares y la propia Tierra formando montañas, hace nacer y crecer la flora y da vida a los millones de especies de los reinos que viven en el planeta.

¿Cuál es el misterio de esta fuerza divina para que se produzca el milagro fundamental, que anima la vida de todas las cosas?

Vivimos gracias a su influencia. Y aunque es lo único verdaderamente importante que nos debiera concernir en nuestras vidas, la mayoría de los humanos lo desconocen, ni siquiera lo nombran, lo ignoran como si no existiera.

LO INDEFINIBLE
Lo que se mira y no se ve,
se llama invisible.
Lo que se escucha y no se oye, 
se llama inaudible.
Lo que se toca y no se siente
se llama intangible.
Estos tres estados son inescrutables
porque mezclados son uno solo.
En lo alto no es luminoso
En lo bajo no es oscuro 
Es eterno y no puede ser nombrado,
retorna continuamente al no ser
Es la figura sin forma
y el dibujo sin imagen.
Es lo confuso e inasible.
De frente no ves su rostro,
por detrás no ves su espalda.
Lao Tse


Para el especialista de corazón, cuando éste se para, la maquina humana ya ha dejado de funcionar, no tiene las constantes y no late, por mucho que él busque no encontrará razones mecánicas que expliquen lo sucedido.

La vida no puede separarse de la forma en que se manifiesta. 

Nuestro cálido aliento, que está unido a los latidos del corazón, se extingue cuando éste deja de latir, el cuerpo se vuelve frío, y la fuerza vital o “Chi” ya no está presente, porque es el que genera el movimiento que hace nuestro pecho para coger el aire que entra en nuestros pulmones, produciendo la inhalación y exhalación, por tanto el “Chi” es la causa que origina la respiración, y luego esa respiración se convertirá en “Chi”, siendo a la vez causa y efecto en su funcionamiento. Esto pone en evidencia que el “Chi” es quien activa la vida.

Cuando el “Chi” es fuerte y está sano, la vida fluye suavemente, en cambio cuando está viciado, débil o parado, se vuelve opresivo, pesado, restrictivo, congestivo, estancado.

Hecho de aire
entre pinos y rocas
brota el poema.
Octavio Paz


Un organismo es más fuerte cuanto más “Chi” tiene, en este caso, sus funciones defensivas y digestivas son rápidas y se defiende de las invasiones externas y asimila con eficacia.

La esencia de los alimentos, también son una forma de “Chi” que éstos contienen, y al nutrirnos, se junta con el “Chi” del aire en los pulmones, originando el “Chi” Puro" o "Virtuoso", aquel al que los chinos le llaman esencia, porque para ellos la palabra esencia y “Chi” significan la misma cosa.

Las fuerzas del “Chi” pueden ser beneficiosas o perjudiciales, en algunos casos, no siempre es el momento propicio para estar en una posición favorable para aprovechar las influencias del entorno, para ello se ideó el "Feng Shui"(Viento Agua), el arte chino que estudia cómo evitar o lograr las distintas influencias de estas fuerzas para aprovecharlas al máximo en nuestra vida. Su estrategia es alinear en las viviendas el flujo positivo de la energía para que fluya y mitigar el efecto de las negativas. De esa forma influiremos en nuestra salud y suerte de forma eficaz.

¿Es un imperio
esa luz que se apaga
o una luciérnaga?
Jorge Luis Borges


En el cuerpo humano, según la Medicina Tradicional China, se repite el mismo patrón, favoreciendo aquellas fuerzas benévolas y echando fuera las que perjudican. Controlar, cultivar y obtener “Chi”, se convierte en un arte muy antiguo que concibe la vida de forma global sin divisiones, haciendo que todo surja para ser lo que es y ocupe el lugar que le pertenece en ese preciso instante.

No alterar el flujo y adherirse a su movimiento, con ese principio nació el “Chi Kung” otro arte que beneficia el “Chi” si se practica en el momento y forma apropiados.

El “Chi del Cielo” es tan importante que nos influye cuando nacemos, configurando un patrón energético personal que recibimos en ese instante, una configuración energética que estará siempre en nosotros hasta el día de nuestra muerte, para estudiarlo nació el "I Ching", la reina de las artes adivinatorias. En el I Ching se pueden buscar todas las causas y prepararse para los devenires del futuro, aquello que ha de llegar, porque el “Chi” nunca se para, y el patrón te anuncia cuándo serás más o menos influenciado por su flujo, dándote la oportunidad de prepararte y saber eludir o minimizar estas influencias.

El espíritu del valle no muere.
Es Madre enigmática.
En su vientre se generan
Cielo y Tierra
Perpetuamente, prosigue su
obra sin cesar
Lao Tse

Como vemos todo y todos dependen del movimiento del “Chi”, de esa danza incesante que nunca para. Por eso, hay que cuidar el “Chi” o la fuerza motriz. El “Chi” tiene su propio movimiento y, a la vez, activa el movimiento de otras cosas, generando luz y calor.

Lo mismo que el agricultor cuida la tierra, de su huerto para que sea fértil y produzca buenas cosechas, el médico chino cuida el cuerpo humano para que esté fuerte y tenga buen “Chi”. Lo mismo que el huerto está compuesto por tierra, agua, calor del sol que le produce una favorable atmósfera, el cuerpo está organizado por sangre, fluidos y “Chi”. La sangre gobierna los tejidos, la forma material del cuerpo; los fluidos gobiernan el clima interno, los mares internos del cuerpo. El “Chi” controla la forma y la actividad del cuerpo, los procesos de organización y formación de sí mismo. La sangre, el “Chi”, y los fluidos son equivalentes a la tierra, mar y aire y hacen lo mismo en la vida de los organismos de los cuerpos o del planeta.

Es una lástima cortarla,
es una lástima dejarla,
¡ah, esta violeta!
Naojo

Miguel Priego 
Consultor de Macrobiótica en La Biotika. MCT. Diagnóstico por los 5 elementos
http://www.labiotika.es

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