miércoles, 7 de junio de 2017

RECETA - Macrobiótica de Verano - Brochetas multicolor con salteado de judias verdes

El verano  se asocia  con el calor, al igual que el Fuego. Es el momento de más alta vibración, excitación, cuando la energía es capaz de llegar a la fusión con el Todo. Es el momento en que la Naturaleza de los seres vivientes está en su máxima plenitud de energía, este momento lo marca la estación del Fuego. El exceso de energía nos anima a expandirnos hasta el máximo de nuestro potencial. El  sol hace que el calor aumente el yang y acelere el ritmo de los corazones que impulsan la sangre con más fuerza; ésta es otra reacción que provoca el elemento Fuego en el proceso que mantiene la vida.

El Fuego corresponde energéticamente al corazón y su opuesto, el Agua, al riñón. El equilibrio entre ambos va a regir nuestra salud. El Fuego representa el desarrollo  de la sabiduría humana, fue con su conquista lo que originó un importante avance a nuestra civilización. 

El Agua corresponde a la fuente del conocimiento más profundo, donde reposan las semillas caídas después del otoño; es la parte inconsciente de la Naturaleza, cuando todo depende de la atracción de los polos yin y yang, cuando sólo es potencial de vida.

Ambos se asocian para en su equilibrio, dar paso a la vida. Es por eso que tenemos que cuidar esa relación entre corazón (Fuego) y riñón (Agua), pues su relación equilibrada, al igual que la fusión del espermatozoide y el  óvulo, permanece en nuestra memoria que anhela esa unión que originó el milagro divino de la creación (Yin y Yang).

Un exceso de Fuego puede producirnos sequedad, excitación y sofoco, el corazón sobrecargado, se inflama, puede sufrir de arritmia y atacar a su más cercano vecino, el pulmón y además produce una agitación del “Shen” (espíritu, la parte más sutil y elevada del ser humano que habita en el corazón), padeciendo entonces delirios, alucinaciones, pesadillas, hiperactividad, charlatanería, exaltación, fiebre, transpiración excesiva, tener manos calientes y húmedas, insomnio y un calor generalizado, impidiendo a la persona recuperarse del desgaste energético. En ese estado, estas personas son muy eufóricas e igual que están al máximo de optimismo se vienen abajo cuando la realidad de la vida les destruye sus sueños.

Si el “Qi” (energía) es deficitario, porque falta el elemento Fuego, sufren de apatía, desinterés, falta de motivación y dejan de ser cordiales. El calor se desvanece en ellos y se vuelven sensibles  al frío, les invade un semblante pálido, se asustan fácilmente, pierden su instinto intuitivo, les inundan las dudas, pasan de la luz, a la oscuridad y se abre su calvario de sufrimiento.

Un corazón con un “Qi” (energía) muy fuerte, ataca el pulmón y entonces nuestras defensas se vuelven vulnerables debido a la gran dispersión que produce el Fuego. Un Metal como es el pulmón para la Medicina China, controlado por el Fuego, se vuelve seco, caliente e inflamado y es cuando aparecen los problemas de garganta, nariz, alergias, tos seca, sudor por la noche, sed y estar agobiado por el corazón;  en este momento, el pulmón no puede nutrir adecuadamente al riñón, que empieza  a debilitarse; de esta forma, el Agua del riñón no controla el Fuego, entrando en un patrón de falta de “yin de riñón”, que produce micción escasa, dolorosa, dolor de espalda, alteraciones de las funciones del sexo.

Lo principal en este estado es cuidar de  no caer en la deshidratación, mantener la sangre circulando con todos sus fluidos para que no se forme “estasis sanguínea”. Para ello hay que mantener una dieta  que, aparte de no secarnos, aporte humedecimiento continuo, evitando las comidas con exceso de picante, muy calientes y secas, así como no abusar de la sal y las bebidas excitantes. 

Para contrarrestar este período de calor en nuestras constantes metabólicas, necesitamos practicar una cocina que contrarreste el caluroso ambiente corporal o la estación del verano. Para eso utilizaremos más frescor yin y no abusaremos de los alimentos yang que producen más calor. La forma de cocinar tiene que comprender formas ligeras de preparación de alimentos, usando una cocina de más corta duración, como los salteados rápidos y medios, acompañados de ensaladas, pickles, y germinados, alternando con verduras al vapor, que dejamos enfriar para su posterior preparación, mezcladas con legumbres y cereales, también haremos uso de los escaldados de hoja verde de diferentes verduras. 

El capítulo de las frutas crudas y jugos, es la época del año que toma más protagonismo. Si estamos sanos, podremos tomar melón, sandía, ciruelas rojas y amarillas, melocotones y hacer postres variados de frutas combinadas picadas. Refrescar el cuerpo con un jugo hecho de manzana con apio, pera y sandía o limón y melón etc. Ya sabemos que tenemos que evitar las grandes comilonas, guisos de larga duración, sobre todo comidas al horno, plancha, alimentos tostados, las carnes, los abusos de la sal y del aceite frito. El sabor amargo y el color rojo de los alimentos es beneficioso para el corazón, pero en exceso nos perjudica.

RECETA MACROBIÓTICA VERANO
BROCHETAS MULTICOLOR CON SALTEADO DE JUDIAS VERDES

    
   

 Brochetas multicolor
• 1 paquete de tofu duro, cortado en cubos grandes
• 1 paquete de tempeh, cortado en cubos grandes
• 2 calabacines y zanahorias cortados en cubos grandes
• 1 puerro en trozos grandes100 gr, de shitake en trozos para brochetas

Saltear por separado las verduras y la proteína con una pizca de salsa de soja y agua, tapándola y dejándola enfriar. Colocar en el pincho de madera haciendo las brochetas, mezclando las verduras y la proteína, salsa agridulce de brocheta.

Salsa para brochetas
• Salsa agridulce de brocheta
• ½ taza de agua
• 2 cucharadas soperas de miso blanco
• 1 cucharadita de aceite de sesamo tostado
• 2 cucharadas de jugo concentrado de manzana
• 2 cucharadas de vinagre de arroz.

Se bate todo bien  y se sirve del tiempo.

Judias verdes con árame
• ¾ de judías verdes en tiritas diagonales
• Una cucharada sopera de algas árame puestas en remojo 10 minutos
• Una cucharada de ralladura de limón
• Una cucharada de aceite se sésamo crudo
• Pizca de sal marina
• Una cucharada de salsa de soja
• 2 cucharadas de semillas de calabaza ligeramente tostadas

Precalentar la sartén, añadir el aceite las judías ya cortadas y la pizca de sal marina. Tapar y cocer a fuego lento durante 10 minutos. Añadir el alga árame con el agua de remojo y dejar hervir 20 minutos mas. Condimentar con la salsa de soja y ralladura de limón. Agregar las semillas de calabaza mezclar y servir.

Miguel Priego 
Consultor de Macrobiótica en La Biotika. MCT. Diagnóstico por los 5 elementos
http://www.labiotika.es

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